Desde diversas dimensiones, retumba el eco de las mil voces de la enunciación de un proyecto político feminista, una especie de himno dónde caminamos hacia el fin del capitalismo voraz y de rapiña, y rehacemos el camino desde un mundo sin explotación, un proyecto común.
Sin embargo y tristemente, frente a todo movimiento, acción y/o discurso feminista hay quienes aún se oponen, suponemos, que; por dos razones, porque desconocen realmente de qué van los feminismos y sus propuestas, o por un temor a ser (ellos, lo que se oponen) los nuevos sujetos de segunda clase, subordinados y explotados, no lo sé, siempre me deja esta incertidumbre en la boca, preguntarme ¿por qué? por qué no se alcanza a ver que los feminismos traen como bandera la propuesta de imaginar espacios equitativos, menos violentos, dónde vivir no sea siempre una batalla ganada, como regresar con vida a casa.
Lucía Álvarez Enríquez, en su artículo; “El movimiento feminista en México en el siglo XXI: juventud, radicalidad y violencia” señala que; el aumento de los feminicidios ha sido, sin duda, la punta de lanza de la nueva oleada de movilización feminista, pero éste ha ido de la mano de otros muchos agravios y modalidades de violencia de género cada vez más inaceptables e intolerables para las mujeres, especialmente para las nuevas generaciones de jóvenes, extremadamente amenazadas en su vida cotidiana. El acoso, la violación, el secuestro, la trata, el amedrentamiento, la discriminación y el abuso presente en múltiples espacios (laborales, escolares, familiares) han sido signos inequívocos de un permanente asedio a las mujeres, que lejos de disminuir se ha agudizado en los últimos años. (Álvarez.
2021)
Frente a lo anterior, se puede entender, por qué la urgencia de ser feministas, básicamente, porque nos están matando. Según cifras oficiales hasta el 19 de febrero del año en curso, en Morelos se han registrado 12 feminicidios
Según las otras cifras en 2024 en Morelos se han registrado 20 feminicidios (Centro de Derechos Humanos "Digna Ochoa")
Según un reportaje publicado el 19 de febrero, por la periodista Ana Lucía Hernández. El año pasado, Morelos se ubicó en primer lugar nacional en incidencia de delitos como despojo y secuestro, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En la recta final de esta administración, Morelos registró niveles de violencia sin precedentes: de 2022 a 2023 aumentaron 37% los feminicidios y 25% los homicidios dolosos.
Cuando decimos ser feministas, no es que busquemos “nuevos o más” derechos, sino que los derechos que ya existente sean respetados, los feminismos no abogan ser ”más” que nadie, sino transformar las relaciones, los espacios, la vida diaria hacia la igualdad sustantiva en todos los rincones, ámbitos y circunstancias de todas las personas.
Para ello, me gustaría hacerle una invitación abierta, a que escriba en Google, qué son y qué buscan las múltiples propuestas feministas, y cuando lo haga es muy probable que se una, pues podrá identificar, que aquello que llamamos patriarcado, también le ha hecho daño a usted, condicionando su estar en el mundo a cumplir expectativas basadas en su género, que lo limitan y/o condicionan a vivir de “cierta forma, descubrirá que una de las aspiraciones de los feminismos es eliminar la discriminación y las violencias de género
Es urgente que usted también se vuelva feminista, que se indigne y le duela la violencia sexual contra las mujeres y las niñas, no se puede vivir en un mundo, dónde ser mujer signifique peligro, según cifras oficiales, al menos 15 millones de niñas y adolescentes han sufrido relaciones sexuales forzadas, es urgente que se vuelva feminista, porque no podemos omitir que en Morelos existan niñas de 10 y 11 años siendo madreniñas, sin que nos preguntemos ¿quién la embarazó? Es urgente que nos preguntemos, por qué el amor romántico está tan estrechamente relacionado con el feminicidio, porqué en la mayoría de estos crímenes el asesino es la pareja o la ex pareja, por qué en las relaciones sentimentales, es dónde más podemos observar actitudes y comportamientos violentos y al mismo tiempo “tan aceptables” como formas de relación.
No hay excusa para no ser feminista, o al menos acercarse al mundo desde una perspectiva feminista, urge una sociedad libre e igualitaria, libre de violencias machistas y de género, donde las niñas de diez años no deban parir, o la joven de 18 interrumpir un embarazo forzado producto de una violación, urge un mundo dónde las madres, maternen, no busquen a sus hijas desparecidas entre montañas o bosques, urge que el estado cumpla su papel de garantizar nuestro derecho a una vida libre de violencias, urge abrazar la diversidad sexogenérica, que no sea motivo de discriminación ni de violencia.
Urge ser feminista como sociedad, pues es también tarea suya y nuestra seguir cuestionando, desafiando y transformando las realidades impuestas, para que cada persona pueda al menos imaginar y construirse para sí misma una vida plena, en condiciones dignas, igualitarias, placenteras, frente a la violencia sistémica y sistemática, urge que usted también sea feminista.