/ martes 6 de febrero de 2024

Anarquía relacional

Nos hemos preguntado sobre la estructura del amor romántico, la heteronorma, la monogamia, y las posibilidades de compartirse con otra persona desde un espacio imaginativo, libertario, placentero, multiorgásmico, generoso y creativo. Seguro usted ha pensado también ¿cómo sentir profunda y libremente, desde un espacio de confianza, de autonomía sexoemocional? ¿cómo será amar sin poseer? amar o dejarse amar en una relación dónde las violencias disfrazadas de celos, pertenencia, o cumplir expectativas ajenas no agrieten la identidad, la libertad, y la vida de la otra persona.

Muchas mujeres y hombres no solo lo han imaginado, sino que viven y se relacionan sexoafectivamente desde un lugar emocional distinto, lleno de una brisa liberadora que da la oportunidad de dejar de mentir para agradar, dejar de aceptar acuerdos que no nos satisfacen del todo, una relación que procure la potencialización de la otra persona, en lugar de su achicamiento para ser aceptada en una relación jerárquica, monógama, y heteronormada, tan llenas de límites, de castigos, una relación dónde el costo de compartirnos no sea la auto- aniquilación.

Anarquía relacional, es un termino que fue acuñado en 2012 por la feminista Andie Nordgren, de origen sueca y autora del 'Manifiesto de la anarquía relacional'. Andie nos comparte que; el amor es abundante, y cada relación es única, el amor no es un recurso finito y sugiere que "personalices tus compromisos" y diseñes tus propias responsabilidades en cada relación basadas en el deseo, en lugar de en la presión social.

Como usted se puede imaginar, este término relaciona conceptos anarquistas, ya sabe esa ideología política que busca la emancipación de todo tipo de organización jerárquica que limite coactivamente la libertad del ser humano en la sociedad, y gracias a Andie y otras feministas que proponen formas distintas de relacionarse, con la anarquía relacional buscamos la emancipación del sentir más allá de las normas establecidas, esas qué dictan qué sentir, con quién sentir, cuándo sentir, hasta dónde sentir.

Pero, ¿cómo funciona? Puede ser distinto para cada tipo de encuentro, o para cada tipo de persona, existen tantas posibilidades de hacerlo posible, como personas en el mundo, se trata también de hacer, sentir y vivir el ejercicio de tener claro que; una relación que es sexual no tiene prioridad sobre una relación que es platónica, ni viceversa, como lo ha señalado Andie; en una relación anarquista, una amistad íntima, una pareja sexual y un compañero de habitación pueden tener el mismo peso e importancia.

La anarquía relacional no se basa entonces en el rechazo al compromiso sino en que seamos nosotros mismos y quienes nos rodean los que diseñemos los compromisos, liberándonos de las normas que dictan que ciertos tipos de compromiso son ineludibles para que el amor sea real.

Y a usted ¿que le viene mejor? ¿desde que frontera quiere o sueña compartirse? ¿qué le gustaría intentar, claro siempre desde el acuerdo, la honestidad, la búsqueda de placer en condiciones no violentas, no hirientes, que no generen dependencias emocionales que nos sometas a castigos románticos o en nombre de un modelo de amor romántico que ya no nos sostiene? usted siempre podrá elegir (gracias a las diosas) si quiere ser monógamo, polijerárquico, polígamo solitario, o anarco relacional, pero por favor elija desde la libertad de sentir, desde la autonomía de compartirnos, desde el respeto y la autodeterminación sexual, desde el disfrute, la gozadera, la comunicación abierta sin trampas, o escenarios dónde ni usted ni la otra persona son protagonistas sino meros actores secundarios de una película vieja y oxidada llamada amor monógamo, que sólo nos ha traído como consecuencia infidelidades, maltratos, traiciones, violencias, ya ve, mala y repetida película. Elija lo que más desee, pero elija a su corazón, primero a usted y sus sentires, sus sueños y necesidades, vamos construyendo a besos y apapachos historias de amor bonito en lo sexual, en lo íntimo, en la amistad, en comunidad, desde la anarquía relacional.