El lunes de la semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó a la Secretaría de la Función Pública realizar una auditoría a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), que encabeza Ana Gabriela Guevara Espinoza, esto, para deslindar presuntas irregularidades en el manejo de los recursos financieros del erario que se le entregan.

Es evidente que la instrucción del jefe del Ejecutivo llama la atención, porque de entrada se pudiera pensar que hay la seguridad de que existen irregularidades en el manejo de los recursos públicos destinados, en particular, al Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento.

La medallista olímpica ha señalado, frente a los cuestionamientos de corrupción en la institución que dirige, que las acusaciones carecen de fundamentos y que está abierta a las indagaciones de la SFP. Por su parte el presidente López Obrador ha considerado que las acusaciones en contra de ella son “politiquería”, y que, si son ciertos, se deberá de demostrar con verdad su responsabilidad.

Bien, como ha señalado la propia dirigente de la Conade, es importante que la SFP investigue los hechos.

Efectivamente es una obligación legal de la dependencia hacer las auditorías correspondientes, principalmente cuando se trata de fondos públicos pero, sobre todo, es una obligación moral de la administración morenista hacer frente a la corrupción, cuando es uno de sus objetivos principales del gobierno de Morena.

Hemos conocido de algunos actores políticos señalamientos en contra de ella que parecieran más de saliva que buscan atraer los reflectores de los medios de comunicación, que hechos contundentes que pudieran mostrar algún tipo de responsabilidad.

Por ello, desde la Comisión de Juventud y Deporte del Senado de la República, por mayoría de sus integrantes, hemos decidido citar a la directora de la Conade a efecto de llevar a cabo una reunión de trabajo con ella con fundamento en lo dispuesto en la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y en el Reglamento del Senado de la República, a fin de conocer el plan de trabajo de la comisión que encabeza, las acciones encaminadas a favor de los deportistas mexicanos y, desde luego, aclarar las supuestas irregularidades atribuibles a la administración a su cargo.

En lo particular Ana Gabriela ha señalado a través de su cuenta de Twitter que tanto el órgano interno de control de la institución que dirige, como ella misma, siempre han actuado “apegados al reglamento, la normativa y la ley”, además de que dará “respuesta y demostrará que hay falsedad y dolo” en las acusaciones hechas en su contra.

Lo importante aquí es no encubrir ni hacer excepciones a nadie. Si hubiera actos de corrupción se deben señalar y demostrar fehaciente. En administraciones pasadas la corrupción fue galopante, fue grosera; desde el propio poder se encubría, por ello cuando desde Morena hemos levantado la bandera en contra de la corrupción, lo menos que podemos hacer es investigar los señalamientos, pero también permitir, a quienes son acusados, ofrecer sus argumentos de defensa.

Por ello como presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte del Senado y como legisladora morenista decidí dar este paso y convocar al resto de las y los integrantes a participar abiertamente.

El próximo miércoles tres de julio la directora de la Conade en la sede del Senado habrá de aclarar las presuntas irregularidades en su contra.

Los tiempos de la transformación no deben parecerse a épocas pasadas, que sabedores de sus culpas, su deporte favorito era el encubrimiento. Hoy las cosas han cambiado y por ello se debe dar la cara, y menos utilizar el poder para cometer injusticias.

Ana Gabriela, espero, lo volverá a hacer; estoy convencida que llegará a la meta con la mano levantada.