Las mineras tienen una mega bronca en dos estados: Guerrero y Michoacán, donde enfrentan una crisis enorme de inseguridad derivada de la presencia del crimen organizado que se hace presente en cada una de sus instalaciones.
Los grupos criminales, cuentan, tienen acceso a todos y cada uno de los sitios donde laboran y a este crecimiento de los malosos se suma lo que está pasando con las autoridades que de plano abandonaron el tema.
-“¡¡¡imagínate!!!”, nos dice un directivo, “ya nos pasó que alguien de plano nos dijo: de esos lingotes de oro, móchate con uno; de plano”, nos cuentan.
Y es que los grupos criminales están evolucionando de una manera muy importante, normalmente pedían cuotas y se trabajaba con la extorsión encima, pero ahora ya han comenzado en algunos casos a pedir participación en el producto final, los malos ya quieren participar en toda la cadena y eso implica que han comenzado a elaborar esquemas mucho más complicados para mover este producto
Hay problemas graves en toda la cadena minera, eso es lo que nos cuentan, y también hay un enorme acoso para el sector en Zacatecas, Coahuila y Sonora donde los malos ya empezaron a pedir no sólo cuotas sino una participación del producto final.
Las empresas están a la deriva y no encuentran una respuesta de parte de las autoridades como quiera que se llamen: Guardia Nacional, Secretaría de la Defensa, Marina o de la FGR.
México es un país con un gran potencial minero, por ello, la Cámara Minera de México proyecta que, a pesar de los retos en seguridad que tienen y los obstáculos administrativos y regulatorios que impone el gobierno, los ingresos fiscales (72 mil millones de pesos pagados actualmente) podrían sumar otros 27 mil 500 millones de pesos adicionales. Claro, si se dieran las condiciones para impulsar a la industria minera en el país.
A pesar de todo, el sector minero ha seguido siendo una fuente importante de empleo pagando salarios 33% superiores al promedio nacional, aunque en 2023 se registró una leve disminución del 0.1% respecto al año anterior, generando 416 mil 875 empleos directos.
Resta preguntarnos si la próxima administración federal tendrá la disposición de abrirse al diálogo con la industria minera para continuar impulsando su desarrollo. Al tiempo.
A cielo abierto
1.-Hay que ser directos. El escenario de una posible recesión en los Estados Unidos es muy grande y le va a caer directamente a la administración de Claudia Sheinbaum y la minería necesita oxígeno para sortear este tipo de embates globales para seguir produciendo. Solo 2023 fue un reto por la caída en la producción a causa de condiciones externas e internas; entre otras, la falta de dinamismo en la economía mundial, incertidumbre económica y geopolítica; y a nivel nacional las reformas regulatorias que limitan la exploración y el desarrollo de nuevos yacimientos.
2.-El sector minero está en contra de la iniciativa que pretende prohibir la minería a cielo abierto por las graves consecuencias que tendría en empleo e ingresos fiscales. La participación minera en el PIB nacional cayó a 2.89% en 2022, a 2.75% en 2023; en el PIB industrial pasó de 9.09% en 2022, a 8.63% en 2023. Hubo una caída del valor de la producción minero-metalúrgica del 17.6% sumando 261 mil 610 millones de pesos por un menor valor de la producción y la falta de políticas de fomento al desarrollo.