/ sábado 24 de junio de 2023

Los impactos de las ondas de calor (última parte)

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha detallado en su último pronóstico que esta semana por fin acabará la tercera ola de calor en México, pero a pesar de que finalmente saldremos de esta larguísima ola que inició a principios de junio, el panorama no es muy alentador, ya que se pronostica que pudiera presentarse una cuarta ola en el mes de julio, de igual o mayor intensidad que la que está por terminar.

La semana pasada comentamos las graves consecuencias que estas ondas de calor pueden tener para la salud de las personas, el medio ambiente y la producción de alimentos. Esta semana comentaremos además los impactos que puede generar en los sectores energético y manufacturero, en el turismo y en el transporte.

Respecto a los impactos para la salud, ya hablamos de que las altas temperaturas pueden causar deshidratación, insolación, agotamiento y golpes de calor. Pero además, las personas con enfermedades crónicas pueden experimentar empeoramiento de sus condiciones, y los grupos más vulnerables, como son los niños, los ancianos y las personas de bajos recursos, son especialmente susceptibles a los efectos negativos de una onda de calor.

Respecto a los impactos en el medio ambiente, destacamos que las altas temperaturas afectan negativamente la disponibilidad y la temperatura del agua y aumentan el riesgo de incendios forestales, lo que pone en peligro los ecosistemas naturales y la biodiversidad en diversas regiones del país, especialmente para algunas especies endémicas y en peligro de extinción.

Y en lo que se refiere a las repercusiones en la producción de alimentos, las altas temperaturas y la falta de lluvia reducen la disponibilidad de agua para el riego de cultivos y el ganado, lo que resulta en pérdidas significativas en la producción de alimentos. Adicionalmente, las altas temperaturas alteran los ciclos de crecimiento de las plantas y reducen la calidad y cantidad de los cultivos, los productos agrícolas pueden verse afectados por un menor rendimiento y una menor vida útil, lo que impacta en los precios y la disponibilidad de estos alimentos.

Pero el sector energético también enfrenta desafíos durante las olas de calor. Las altas temperaturas aumentan la demanda de energía, especialmente para la refrigeración y el uso de aire acondicionado. Esto puede generar picos en el consumo de electricidad, lo que ejerce presión sobre las redes de distribución y puede llevar a cortes de energía si no se gestionan adecuadamente. Por ello los apagones recurrentes que la CFE niega pero millones de mexicanos hemos padecido en las últimas semanas.

En el turismo y el sector de servicios, durante los periodos de altas temperaturas muchas personas buscan destinos más frescos y evitan lugares con climas extremos, lo que puede llevar a una disminución en la afluencia de turistas en ciertas regiones que suelen ser populares en estas épocas del año. El calor extremo puede inhibir las actividades turísticas al aire libre, como excursiones, deportes acuáticos y visitas a sitios históricos o naturales.

Por otra parte, las ondas de calor también tienen implicaciones en la industria manufacturera y pesada. Las altas temperaturas pueden afectar el rendimiento de los equipos y maquinarias, especialmente aquellos que requieren de sistemas de enfriamiento eficientes, lo que puede llevar a disminuciones en la producción y retrasos en la entrega de productos. Además, puede poner presión sobre los trabajadores en la industria pesada, ya que deben realizar sus labores en condiciones climáticas muy adversas. Algunas industrias, como la industria química y la producción de materiales sensibles al calor, pueden enfrentar dificultades en la manipulación y almacenamiento de sus productos, las altas temperaturas pueden afectar la estabilidad de ciertos productos químicos y materiales, lo que requiere medidas adicionales de seguridad.

El transporte y la logística también se ven impactados por las ondas de calor. Las altas temperaturas pueden afectar la operatividad de vehículos y equipos de transporte, especialmente aquellos que dependen de sistemas de refrigeración para el transporte de mercancías perecederas. Pero por otra parte, las condiciones climáticas extremas también pueden afectar las carreteras y vías férreas, especialmente las de asfalto, que es más vulnerable al calor, lo que puede provocar daños en las vías y retrasos en la movilidad.

El calentamiento global es una realidad, debemos actuar en dos vías, la mitigación y la adaptación.

#AguaParaTodos

Facebook: JuanCarlosValenciaAGUA

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha detallado en su último pronóstico que esta semana por fin acabará la tercera ola de calor en México, pero a pesar de que finalmente saldremos de esta larguísima ola que inició a principios de junio, el panorama no es muy alentador, ya que se pronostica que pudiera presentarse una cuarta ola en el mes de julio, de igual o mayor intensidad que la que está por terminar.

La semana pasada comentamos las graves consecuencias que estas ondas de calor pueden tener para la salud de las personas, el medio ambiente y la producción de alimentos. Esta semana comentaremos además los impactos que puede generar en los sectores energético y manufacturero, en el turismo y en el transporte.

Respecto a los impactos para la salud, ya hablamos de que las altas temperaturas pueden causar deshidratación, insolación, agotamiento y golpes de calor. Pero además, las personas con enfermedades crónicas pueden experimentar empeoramiento de sus condiciones, y los grupos más vulnerables, como son los niños, los ancianos y las personas de bajos recursos, son especialmente susceptibles a los efectos negativos de una onda de calor.

Respecto a los impactos en el medio ambiente, destacamos que las altas temperaturas afectan negativamente la disponibilidad y la temperatura del agua y aumentan el riesgo de incendios forestales, lo que pone en peligro los ecosistemas naturales y la biodiversidad en diversas regiones del país, especialmente para algunas especies endémicas y en peligro de extinción.

Y en lo que se refiere a las repercusiones en la producción de alimentos, las altas temperaturas y la falta de lluvia reducen la disponibilidad de agua para el riego de cultivos y el ganado, lo que resulta en pérdidas significativas en la producción de alimentos. Adicionalmente, las altas temperaturas alteran los ciclos de crecimiento de las plantas y reducen la calidad y cantidad de los cultivos, los productos agrícolas pueden verse afectados por un menor rendimiento y una menor vida útil, lo que impacta en los precios y la disponibilidad de estos alimentos.

Pero el sector energético también enfrenta desafíos durante las olas de calor. Las altas temperaturas aumentan la demanda de energía, especialmente para la refrigeración y el uso de aire acondicionado. Esto puede generar picos en el consumo de electricidad, lo que ejerce presión sobre las redes de distribución y puede llevar a cortes de energía si no se gestionan adecuadamente. Por ello los apagones recurrentes que la CFE niega pero millones de mexicanos hemos padecido en las últimas semanas.

En el turismo y el sector de servicios, durante los periodos de altas temperaturas muchas personas buscan destinos más frescos y evitan lugares con climas extremos, lo que puede llevar a una disminución en la afluencia de turistas en ciertas regiones que suelen ser populares en estas épocas del año. El calor extremo puede inhibir las actividades turísticas al aire libre, como excursiones, deportes acuáticos y visitas a sitios históricos o naturales.

Por otra parte, las ondas de calor también tienen implicaciones en la industria manufacturera y pesada. Las altas temperaturas pueden afectar el rendimiento de los equipos y maquinarias, especialmente aquellos que requieren de sistemas de enfriamiento eficientes, lo que puede llevar a disminuciones en la producción y retrasos en la entrega de productos. Además, puede poner presión sobre los trabajadores en la industria pesada, ya que deben realizar sus labores en condiciones climáticas muy adversas. Algunas industrias, como la industria química y la producción de materiales sensibles al calor, pueden enfrentar dificultades en la manipulación y almacenamiento de sus productos, las altas temperaturas pueden afectar la estabilidad de ciertos productos químicos y materiales, lo que requiere medidas adicionales de seguridad.

El transporte y la logística también se ven impactados por las ondas de calor. Las altas temperaturas pueden afectar la operatividad de vehículos y equipos de transporte, especialmente aquellos que dependen de sistemas de refrigeración para el transporte de mercancías perecederas. Pero por otra parte, las condiciones climáticas extremas también pueden afectar las carreteras y vías férreas, especialmente las de asfalto, que es más vulnerable al calor, lo que puede provocar daños en las vías y retrasos en la movilidad.

El calentamiento global es una realidad, debemos actuar en dos vías, la mitigación y la adaptación.

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