/ viernes 19 de abril de 2024

La educación del corazón

Por Vicente Magaña Domínguez

El mundo presenta acceso a la información como nunca, pues, según datos del 2024 de Google Statistics, el uso promedio diario de un individuo con teléfono celular es de casi 4 horas al día. Aun viviendo en una era donde la información está al alcance de un clic, en dónde podemos explorar casi cualquier tema, tenemos una tarea pendiente en México y el mundo. Me refiero a un tema trascendental, el corazón del ser humano. Algunos cultivan sus mentes, algunos ponen atención en sus bienes materiales, otros priorizan la belleza física, pero ¿Quién prioriza el entrenamiento de su corazón? Sí, el corazón, aquello que mueve al mundo entero, aquella fuente de las decisiones y acciones de todos y cada uno de nosotros.

Te invito a meditar en la camisa, el pantalón o el calzado que traes puesto mientras lees esto, ¿Recuerdas el día que los compraste? ¿Por qué escogiste ese color? ¿De dónde vino ese impulso para adquirirlo? ¿Cuál es el origen de la mayoría de las decisiones de nuestra vida? ¿En algún momento nos detenemos a pensar en el motor que genera esas decisiones? ¿Crees tener la potestad absoluta en lo que decides? ¿Crees conocer a tu corazón a la perfección? Ahora, piensa en un escenario totalmente contrario, medita en la última vez que discutiste con alguien, ¿De dónde vinieron las palabras que le dije? ¿Por qué le ofendí de tal manera? ¿Qué me hizo continuar la discusión? ¿Por qué no pude simplemente detenerme? Todos esos pensamientos tienen un origen: el corazón. Es necesario entrenar y tener pleno conocimiento de él para lograr plenitud y felicidad en nuestras vidas.

Hoy en día podemos notar la gran brecha entre el materialismo y la cultura de los valores en los jóvenes, esto ha traído repercusiones negativas sociales que no le permiten al joven desarrollarse con integridad. Por la labor social que hago a través de la Fraternidad Internacional de Jóvenes he podido conversar con muchas personas, la mayoría de ellos jóvenes que me expresan diferentes inquietudes y problemáticas que enfrentan, por ejemplo, jóvenes que expresan su dependencia a las drogas, al alcohol, a los videojuegos, a la pornografía o conductas destructivas que les acarrean infelicidad. Sorpresivamente son muy conscientes de las consecuencias y del problema que acarrean estas adicciones, sin embargo, todos ellos expresan su desconocimiento por aquello que los arrastra una y otra vez a esta conducta o adicción, ¿Cuál es el problema? Tienen nulo control y conocimiento de su corazón.

Sin duda, la juventud es el tesoro de la humanidad, es esa la época en dónde las fuerzas sobran, el entusiasmo está a flor de piel, las ganas de crear son infinitas. ¿Por qué te invito a conocer tu corazón? El conocimiento de este permite el autocontrol, a continuación, te explico con una alegoría los beneficios de esto para jóvenes y adultos.

Imagina el carro de tus sueños, el cual siempre has soñado conducir, un auto con mucha potencia, un auto con gran carrocería que alcanza grandes velocidades, imagina que yo hoy te brindo la oportunidad de conducir ese automóvil y te invito a que te subas y lo conduzcas libremente, ¿lo conducirías? Estoy seguro que sí, incluso tal vez ya imaginaste a dónde irías, quién sería tu copiloto y hasta el sonido del motor, ahora, qué pasa si te digo que este automóvil no tiene frenos ¿lo conducirías? Por supuesto que no, porque sabes que un automóvil sin frenos es letal, ¿Cuándo se tiene la confianza de conducir un automóvil? Cuando se sabe que ese automóvil cuenta con buenos frenos.

Entonces, ¿Será posible correlacionar la importancia que le dan los individuos a los frenos del auto y al freno en su corazón? El motor de un auto es importante, pero no podemos restar importancia a los frenos pues son, sin duda, lo más importante de un automóvil. Los frenos, en la vida del ser humano son lo más importante, no lo es su entusiasmo, no lo son sus ganas, ni siquiera sus pensamientos, lo más importante es su capacidad de frenar ya que el autocontrol le permitirá acelerar con seguridad, le permitirá estar seguro, estar a salvo. Por ello, es necesario llevar a las aulas el entrenamiento del corazón en los niños, adolescentes y jóvenes para cosechar adultos que puedan dominar sus emociones, acciones e interacciones y así no carecer de un autocontrol genuino.

Es indispensable voltear a ver el entrenamiento y conocimiento del corazón del ser humano. Es necesario, que nuestras niñas, niños y adolescentes reciban educación del corazón en las aulas pues esto les dará esperanza y felicidad genuina que se trasladará a adultos responsables que contribuyan al bien común, ya que en el interior serán adultos plenos con un corazón sano dispuesto a contribuir positivamente en el tejido social.

Y como Aristóteles acertadamente dijo: “Educar la mente, sin educar el corazón, no es educar en absoluto”. El corazón esconde muchos secretos, hay muchos valores que deseo compartir con ustedes en futuras ocasiones, es necesario priorizar los valores en el ser humano y qué mejor escenario que un salón de clases. Recuerda que el ser humano es amable por naturaleza, sin embargo, el materialismo que nos rodea, el desconocimiento de nuestro corazón y sus alcances desmedidos nos hacen olvidarlo, nos han limitado; es tiempo de eliminar esas barreras e impactar positivamente en la vida de las personas porque como dice el Dr. Ock Soo Park, “no mires quién eres hoy, ten esperanza en lo que te convertirás mañana”.

VICENTE MAGAÑA DOMÍNGUEZ es Maestro en Educación por el Centro Universitario Isidro Fabela además de estudiante del Doctorado en Planeación, Gestión y Evaluación Educativa en el Centro Universitario Humanista en Educación (CUHE). Se desempeña como profesor de bachillerato en el Centro de Estudios Tecnológicos y Superiores (Cecytem) de Cuautitlán y Catedrático de Licenciatura y Maestría en el CUHE. Como parte de su labor social funge como Coordinador de International Youth Fellowship (IYF), sede Cuautitlán.

Por Vicente Magaña Domínguez

El mundo presenta acceso a la información como nunca, pues, según datos del 2024 de Google Statistics, el uso promedio diario de un individuo con teléfono celular es de casi 4 horas al día. Aun viviendo en una era donde la información está al alcance de un clic, en dónde podemos explorar casi cualquier tema, tenemos una tarea pendiente en México y el mundo. Me refiero a un tema trascendental, el corazón del ser humano. Algunos cultivan sus mentes, algunos ponen atención en sus bienes materiales, otros priorizan la belleza física, pero ¿Quién prioriza el entrenamiento de su corazón? Sí, el corazón, aquello que mueve al mundo entero, aquella fuente de las decisiones y acciones de todos y cada uno de nosotros.

Te invito a meditar en la camisa, el pantalón o el calzado que traes puesto mientras lees esto, ¿Recuerdas el día que los compraste? ¿Por qué escogiste ese color? ¿De dónde vino ese impulso para adquirirlo? ¿Cuál es el origen de la mayoría de las decisiones de nuestra vida? ¿En algún momento nos detenemos a pensar en el motor que genera esas decisiones? ¿Crees tener la potestad absoluta en lo que decides? ¿Crees conocer a tu corazón a la perfección? Ahora, piensa en un escenario totalmente contrario, medita en la última vez que discutiste con alguien, ¿De dónde vinieron las palabras que le dije? ¿Por qué le ofendí de tal manera? ¿Qué me hizo continuar la discusión? ¿Por qué no pude simplemente detenerme? Todos esos pensamientos tienen un origen: el corazón. Es necesario entrenar y tener pleno conocimiento de él para lograr plenitud y felicidad en nuestras vidas.

Hoy en día podemos notar la gran brecha entre el materialismo y la cultura de los valores en los jóvenes, esto ha traído repercusiones negativas sociales que no le permiten al joven desarrollarse con integridad. Por la labor social que hago a través de la Fraternidad Internacional de Jóvenes he podido conversar con muchas personas, la mayoría de ellos jóvenes que me expresan diferentes inquietudes y problemáticas que enfrentan, por ejemplo, jóvenes que expresan su dependencia a las drogas, al alcohol, a los videojuegos, a la pornografía o conductas destructivas que les acarrean infelicidad. Sorpresivamente son muy conscientes de las consecuencias y del problema que acarrean estas adicciones, sin embargo, todos ellos expresan su desconocimiento por aquello que los arrastra una y otra vez a esta conducta o adicción, ¿Cuál es el problema? Tienen nulo control y conocimiento de su corazón.

Sin duda, la juventud es el tesoro de la humanidad, es esa la época en dónde las fuerzas sobran, el entusiasmo está a flor de piel, las ganas de crear son infinitas. ¿Por qué te invito a conocer tu corazón? El conocimiento de este permite el autocontrol, a continuación, te explico con una alegoría los beneficios de esto para jóvenes y adultos.

Imagina el carro de tus sueños, el cual siempre has soñado conducir, un auto con mucha potencia, un auto con gran carrocería que alcanza grandes velocidades, imagina que yo hoy te brindo la oportunidad de conducir ese automóvil y te invito a que te subas y lo conduzcas libremente, ¿lo conducirías? Estoy seguro que sí, incluso tal vez ya imaginaste a dónde irías, quién sería tu copiloto y hasta el sonido del motor, ahora, qué pasa si te digo que este automóvil no tiene frenos ¿lo conducirías? Por supuesto que no, porque sabes que un automóvil sin frenos es letal, ¿Cuándo se tiene la confianza de conducir un automóvil? Cuando se sabe que ese automóvil cuenta con buenos frenos.

Entonces, ¿Será posible correlacionar la importancia que le dan los individuos a los frenos del auto y al freno en su corazón? El motor de un auto es importante, pero no podemos restar importancia a los frenos pues son, sin duda, lo más importante de un automóvil. Los frenos, en la vida del ser humano son lo más importante, no lo es su entusiasmo, no lo son sus ganas, ni siquiera sus pensamientos, lo más importante es su capacidad de frenar ya que el autocontrol le permitirá acelerar con seguridad, le permitirá estar seguro, estar a salvo. Por ello, es necesario llevar a las aulas el entrenamiento del corazón en los niños, adolescentes y jóvenes para cosechar adultos que puedan dominar sus emociones, acciones e interacciones y así no carecer de un autocontrol genuino.

Es indispensable voltear a ver el entrenamiento y conocimiento del corazón del ser humano. Es necesario, que nuestras niñas, niños y adolescentes reciban educación del corazón en las aulas pues esto les dará esperanza y felicidad genuina que se trasladará a adultos responsables que contribuyan al bien común, ya que en el interior serán adultos plenos con un corazón sano dispuesto a contribuir positivamente en el tejido social.

Y como Aristóteles acertadamente dijo: “Educar la mente, sin educar el corazón, no es educar en absoluto”. El corazón esconde muchos secretos, hay muchos valores que deseo compartir con ustedes en futuras ocasiones, es necesario priorizar los valores en el ser humano y qué mejor escenario que un salón de clases. Recuerda que el ser humano es amable por naturaleza, sin embargo, el materialismo que nos rodea, el desconocimiento de nuestro corazón y sus alcances desmedidos nos hacen olvidarlo, nos han limitado; es tiempo de eliminar esas barreras e impactar positivamente en la vida de las personas porque como dice el Dr. Ock Soo Park, “no mires quién eres hoy, ten esperanza en lo que te convertirás mañana”.

VICENTE MAGAÑA DOMÍNGUEZ es Maestro en Educación por el Centro Universitario Isidro Fabela además de estudiante del Doctorado en Planeación, Gestión y Evaluación Educativa en el Centro Universitario Humanista en Educación (CUHE). Se desempeña como profesor de bachillerato en el Centro de Estudios Tecnológicos y Superiores (Cecytem) de Cuautitlán y Catedrático de Licenciatura y Maestría en el CUHE. Como parte de su labor social funge como Coordinador de International Youth Fellowship (IYF), sede Cuautitlán.