/ viernes 21 de junio de 2024

El aprendizaje del alumno en relación a su contexto

Por Lucero Sánchez Morales

A la hora de hablar de aprendizaje es importante tener en cuenta los factores que intervienen en este, uno de ellos es el contexto; este es inseparable de aportaciones activas de los alumnos, sus compañeros sociales, tradiciones de sus comunidades y todo lo que en ellas se maneja. Un contexto no debe entenderse como algo definitivamente dado, sino como algo que se construye dinámicamente y constantemente con la actividad de sus participantes. El contexto del alumno no es solo el que se propicia dentro del salón de clase, el contexto más influyente en el alumno es el que se desarrolla día a día, aquel en el que ha crecido y está inmerso, en donde adquiere la mayoría de sus experiencias y comportamientos.

Como docente se debe tener en cuenta eso. El contexto social donde se encuentra ubicada la escuela nos da un panorama de cómo será la mayoría de nuestros estudiantes, un ejemplo de ello es el comparativo de las zonas rurales y las urbanas; en una zona rural no dispones de los recursos necesarios debido a la escases y se debe adaptar la clase a lo que se tiene; así mismo, en la zonas rurales, dependiendo el nivel de marginación, muchos días los alumnos no desayunan antes de ir a la escuela por que la situación no se los permite y se debe tomar en cuenta que muchos de ellos pensarán todo el día en eso y tendrán una gran distracción.

No solo una zona rural se enfrenta a esto, en las zonas con alto índice de violencia los alumnos tienen otro tipo de carencias, al igual que en las zonas urbanas, cada contexto se enfrenta a circunstancias que intervienen de manera directa en los estudiantes y esto puede llegar a afectar su aprendizaje.

Y a todo esto, ¿Por qué tanta importancia en el contexto? Fácil, hay que recordar que cada cabeza es un mundo y en un salón de clases podría decirse que existe una galaxia tan variada y con planetas tan distintos, pero al mismo tiempo tan parecidos al compartir el espacio donde se encuentran. Una galaxia que el docente debe saber manejar para que todos sus planetas giren en su órbita sin problema alguno.

¿Te imaginas enfrentarte a 30 o más pensamientos a la vez? Un salón de clases es eso, una batalla constante del docente por llamar la atención de los alumnos y encaminarlos por el camino de los saberes y aprendizajes. Sin embargo, para miradas externas resulta sencillo solo pararse frente al pizarrón y dar lo propio, pero ¿es así? Un docente de primaria tiene una jornada de 5 horas frente a grupo, ¿Qué fácil no? ni siquiera medio tiempo, pero, el tiempo invertido en la planeación de clases, en pensar en cómo impartir la clase con los recursos que se tiene al alcance, el cómo atrapar la mirada de los alumnos y sus pensamientos, todo el papeleo de evaluaciones y formaciones constantes, también deben ser considerados como parte del trabajo.

Ahora, imagina tener un plan de trabajo o una propuesta de proyecto para aplicar que te solicita la participación de todos los entes involucrados con el alumno incluyendo su desarrollo en la sociedad, ¿Cómo lo aplicarías? Primeramente se debe conocer a la comunidad, la familia y el contexto social antes que al alumno; se debe aprender de su cultura, sus hábitos de comunidad, los rasgos y entorno familiar para partir de ello a la estructuración de un plan de clase que se adecue a 30 o más alumnos al mismo tiempo.

En un salón de clase existen distintos polos, alumnos que tienen una familia tradicional, alumnos con familias monoparentales, familias extensas, en si puedes tener en un salón todos los tipos de familia que te marcan los libros de texto de la NEM, entonces, si se trata de pedir la participación de un miembro de la familia en una actividad con el alumno, no será el mismo miembro en ninguno de los casos.

Imagina un proyecto ambicioso y con gran expectativa, ahora imagina un alumno de 30 que no puede participar porque esta todo el día solo en casa o imagina planear una clase majestuosa y tener un alumno pensando en que no desayunó y quiere que llegue el descanso para hacerlo. En el mejor de los casos logras la atención de los 30 alumnos, el proyecto va sobre ruedas, todo va de maravilla, no hay influencia de su contexto externo, pero ¡oh realidad!, ¿y los recursos para llevarlo a cabo? hay que improvisar, si no llevaron el planisferio a clase pídeles que lo dibujen en la libreta y son 10 minutos más de clase que has perdido por culpa del contexto, un aprendizaje menos.

Volvamos a imaginar que en este momento previste que todos dibujaran el mapa en la libreta, todo va bien, entonces das la siguiente indicación, colorea cada región natural con un color distinto, nuevo obstáculo, los colores, no todos los traen al salón o traen pocos. Nuevamente el contexto te ha robado 10 minutos en lo que consiguen prestado y esperan a que el otro los desocupe.

El contexto en el que se encuentran inmersos la mayoría de los alumnos es incierto para los docentes provocando un gran conflicto para la atención necesaria a los alumnos o para la aplicación de estrategias efectivas que ayuden a que los conocimientos lleguen a todos sus alumnos; el docente debe adecuar distintos recursos disponibles para cada uno de sus estudiantes y que se tenga el aprendizaje esperado.

Este contexto lleno de incertidumbres y obstáculos es ahora un contexto que envuelve a la mayoría de los estudiantes que actualmente cursan algún nivel educativo, desde preescolar hasta estudios de grado. Es por ello que todos estos factores externos que conforman el contexto de los estudiantes y que pudieran parecer, en ojos de quienes no están inmersos en el ámbito educativo, insignificantes resultan un gran desafío y en ocasiones problema para docentes y alumnos a la hora de la adquisición del aprendizaje.

Entendemos entonces ahora la importancia y gran influencia del contexto en relación con el aprendizaje de sus alumnos, no podemos creer que el docente solo se para frente a ellos e imparte las clases. El docente debe enfrentar la influencia de un contexto social en sus alumnos teniendo a su vez 30 contextos de hogares y posibilidades distintas.

Es hora de pensar en que esa galaxia llamada salón de clases no podría funcionar si ese pequeño planeta llamado docente no hiciera que todos los planetas llamados alumnos se alineen.

LUCERO SÁNCHEZ MORALES es doctorante en Educación, Maestra en Planeación, Evaluación y Gestión Educativa por el CUHE y Licenciada en Pedagogía por la UPN. También es docente frente a grupo en nivel Primaria.

Por Lucero Sánchez Morales

A la hora de hablar de aprendizaje es importante tener en cuenta los factores que intervienen en este, uno de ellos es el contexto; este es inseparable de aportaciones activas de los alumnos, sus compañeros sociales, tradiciones de sus comunidades y todo lo que en ellas se maneja. Un contexto no debe entenderse como algo definitivamente dado, sino como algo que se construye dinámicamente y constantemente con la actividad de sus participantes. El contexto del alumno no es solo el que se propicia dentro del salón de clase, el contexto más influyente en el alumno es el que se desarrolla día a día, aquel en el que ha crecido y está inmerso, en donde adquiere la mayoría de sus experiencias y comportamientos.

Como docente se debe tener en cuenta eso. El contexto social donde se encuentra ubicada la escuela nos da un panorama de cómo será la mayoría de nuestros estudiantes, un ejemplo de ello es el comparativo de las zonas rurales y las urbanas; en una zona rural no dispones de los recursos necesarios debido a la escases y se debe adaptar la clase a lo que se tiene; así mismo, en la zonas rurales, dependiendo el nivel de marginación, muchos días los alumnos no desayunan antes de ir a la escuela por que la situación no se los permite y se debe tomar en cuenta que muchos de ellos pensarán todo el día en eso y tendrán una gran distracción.

No solo una zona rural se enfrenta a esto, en las zonas con alto índice de violencia los alumnos tienen otro tipo de carencias, al igual que en las zonas urbanas, cada contexto se enfrenta a circunstancias que intervienen de manera directa en los estudiantes y esto puede llegar a afectar su aprendizaje.

Y a todo esto, ¿Por qué tanta importancia en el contexto? Fácil, hay que recordar que cada cabeza es un mundo y en un salón de clases podría decirse que existe una galaxia tan variada y con planetas tan distintos, pero al mismo tiempo tan parecidos al compartir el espacio donde se encuentran. Una galaxia que el docente debe saber manejar para que todos sus planetas giren en su órbita sin problema alguno.

¿Te imaginas enfrentarte a 30 o más pensamientos a la vez? Un salón de clases es eso, una batalla constante del docente por llamar la atención de los alumnos y encaminarlos por el camino de los saberes y aprendizajes. Sin embargo, para miradas externas resulta sencillo solo pararse frente al pizarrón y dar lo propio, pero ¿es así? Un docente de primaria tiene una jornada de 5 horas frente a grupo, ¿Qué fácil no? ni siquiera medio tiempo, pero, el tiempo invertido en la planeación de clases, en pensar en cómo impartir la clase con los recursos que se tiene al alcance, el cómo atrapar la mirada de los alumnos y sus pensamientos, todo el papeleo de evaluaciones y formaciones constantes, también deben ser considerados como parte del trabajo.

Ahora, imagina tener un plan de trabajo o una propuesta de proyecto para aplicar que te solicita la participación de todos los entes involucrados con el alumno incluyendo su desarrollo en la sociedad, ¿Cómo lo aplicarías? Primeramente se debe conocer a la comunidad, la familia y el contexto social antes que al alumno; se debe aprender de su cultura, sus hábitos de comunidad, los rasgos y entorno familiar para partir de ello a la estructuración de un plan de clase que se adecue a 30 o más alumnos al mismo tiempo.

En un salón de clase existen distintos polos, alumnos que tienen una familia tradicional, alumnos con familias monoparentales, familias extensas, en si puedes tener en un salón todos los tipos de familia que te marcan los libros de texto de la NEM, entonces, si se trata de pedir la participación de un miembro de la familia en una actividad con el alumno, no será el mismo miembro en ninguno de los casos.

Imagina un proyecto ambicioso y con gran expectativa, ahora imagina un alumno de 30 que no puede participar porque esta todo el día solo en casa o imagina planear una clase majestuosa y tener un alumno pensando en que no desayunó y quiere que llegue el descanso para hacerlo. En el mejor de los casos logras la atención de los 30 alumnos, el proyecto va sobre ruedas, todo va de maravilla, no hay influencia de su contexto externo, pero ¡oh realidad!, ¿y los recursos para llevarlo a cabo? hay que improvisar, si no llevaron el planisferio a clase pídeles que lo dibujen en la libreta y son 10 minutos más de clase que has perdido por culpa del contexto, un aprendizaje menos.

Volvamos a imaginar que en este momento previste que todos dibujaran el mapa en la libreta, todo va bien, entonces das la siguiente indicación, colorea cada región natural con un color distinto, nuevo obstáculo, los colores, no todos los traen al salón o traen pocos. Nuevamente el contexto te ha robado 10 minutos en lo que consiguen prestado y esperan a que el otro los desocupe.

El contexto en el que se encuentran inmersos la mayoría de los alumnos es incierto para los docentes provocando un gran conflicto para la atención necesaria a los alumnos o para la aplicación de estrategias efectivas que ayuden a que los conocimientos lleguen a todos sus alumnos; el docente debe adecuar distintos recursos disponibles para cada uno de sus estudiantes y que se tenga el aprendizaje esperado.

Este contexto lleno de incertidumbres y obstáculos es ahora un contexto que envuelve a la mayoría de los estudiantes que actualmente cursan algún nivel educativo, desde preescolar hasta estudios de grado. Es por ello que todos estos factores externos que conforman el contexto de los estudiantes y que pudieran parecer, en ojos de quienes no están inmersos en el ámbito educativo, insignificantes resultan un gran desafío y en ocasiones problema para docentes y alumnos a la hora de la adquisición del aprendizaje.

Entendemos entonces ahora la importancia y gran influencia del contexto en relación con el aprendizaje de sus alumnos, no podemos creer que el docente solo se para frente a ellos e imparte las clases. El docente debe enfrentar la influencia de un contexto social en sus alumnos teniendo a su vez 30 contextos de hogares y posibilidades distintas.

Es hora de pensar en que esa galaxia llamada salón de clases no podría funcionar si ese pequeño planeta llamado docente no hiciera que todos los planetas llamados alumnos se alineen.

LUCERO SÁNCHEZ MORALES es doctorante en Educación, Maestra en Planeación, Evaluación y Gestión Educativa por el CUHE y Licenciada en Pedagogía por la UPN. También es docente frente a grupo en nivel Primaria.